Alfaz es un municipio que presume de amar el baloncesto. Es el deporte favorito de los dos alcaldes Vicentes, no en vano uno ha sido un buen jugador y entrenador y el otro un mal jugador y es el actual presidente del club de baloncesto local, extrañamente denominado Festival de Cine de Alfaz. El pabellón cubierto que se ha construido con fondos del Plan E se ha realizado a gusto de los alcaldes y sobre todo preparado para practicar baloncesto, preferentemente. El club ha subido de categoría, se ha paseado por España y lo va a seguir haciendo con el nombre de Festival de Cine. Y los niños que se apuntan y pagan su cuota pueden practicar baloncesto o participar en el Campus de la Diputación de Gasol, que este año se celebra en Alfaz. Como se ve, todo organizado y con dinero. Pero cuando uno quiere practicar libremente baloncesto, o porque no tiene dinero para inscribirse en un club que también se subvenciona con dinero público o porque quiere “echarse unas canastas” con los amigos, es misión imposible en Alfaz. Las canastas de los parques Escandinavia y L’Horta están como se aprecia en las fotografía. El abandono y la desidia de estos amantes del baloncesto económico es flagrante. Numerosos emigrantes y practicantes de baloncesto que desean jugar a su deporte favorito por libre no saben dónde hacerlo. Y todo esto en un municipio que presume de deportivo.¿Y Charly Casiano, concejal de Deportes? Bien, gracias.
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